Experimentando el fenómeno de la fenomenología

 Experimentando el fenómeno de la fenomenología   


El pasado martes, 20 de febrero, inicié la clase un poco desanimada, pues finalmente decidí ofrecer mi bitácora para la lectura tradicional de la clase. Sin embargo, debido a todas las actividades asignadas para la sesión, no alcanzó el tiempo para hacerlo. De igual manera, compartimos y conversamos acerca de las opiniones de cada estudiante frente a la relación que se había encontrado entre la investigación social y la película Avatar. Se concluyó esta actividad destacando la importancia de haber realizado una buena investigación al momento de filmar esta película. Esto me impactó bastante, puesto que, al estudiar comunicación audiovisual y multimedios, entendí la responsabilidad que existe, en términos sociales y culturales, detrás de la creación de un producto audiovisual.    

En seguida, Cobos dio continuidad a las exposiciones que habían iniciado la semana pasada. El primer grupo habló acerca de la fenomenología, como método de investigación cualitativa. Mis compañeras explicaban que esta fue propuesta por Edmond Hursell, filósofo y matemático alemán. Este expuso que la fenomenología es una filosofía, un enfoque y un diseño de investigación, que se centra en el estudio de personas a través de fenómenos sociales. Los fenómenos sociales entendiéndose como: “todo aquello que se manifiesta mostrándose a sí mismo tal como es en sí mismo, y por esta razón, existe un vínculo indisoluble entre el carácter auto-mostrativo de los fenómenos y los desempeños del sujeto” (Bech, 2001). En otras palabras, los fenómenos sociales siempre generan un impacto en los individuos y, por ello, son dignos de estudio para entender al sujeto. Una de mis compañeras lo explicó de esta manera: “El objeto de estudio de la fenomenología son las experiencias que vive una persona durante un fenómeno”. Esto nunca se me olvidará, ya que fue con estas palabras que ganó el premio del día, el cual vi pasar frente a mis ojos, perdiéndolo para siempre.    

Continuando con la dinámica de la exposición, mis compañeras procedieron a explicarnos los aspectos más relevantes de la fenomenología a través de una serie de pasos que, siendo muy sincera, facilitaron bastante la comprensión del tema. Los pasos fueron los siguientes:   

1. Identificar el fenómeno: Es esencial elegir un fenómeno que sea claro para el investigador, y si es posible, de su interés porque esto ayudará a la profundización de este.  

2. Elegir contexto y participantes: Quiénes han vivido la experiencia, cuándo, cómo y en dónde.  

3. Inmersión en el campo: Trabajo de campo y observación participante. Reconocer, revisar el lugar y buscar antecedentes históricos del fenómeno y sus participantes.   

4. Recolectar datos de las experiencias frente al fenómeno: A través de entrevistas personales, grupos focales, encuestas con preguntas abiertas y semiestructuradas, y todo lo que permita conocer lo que vivenció el objeto de estudio y de qué forma.   

5. Transcribir las narrativas y agregar información a la base de datos: Importancia del diario de campo.  

6. Revisar todas las descripciones y datos para tener un panorama completo.  

7. Identificar las unidades de análisis: El punto de partida siempre será el objetivo principal de la investigación frente al fenómeno.  

8. Generar las categorías, temas, y patrones presentes en las descripciones de las experiencias.   

9. Descubrir la conexión entre las experiencias: Vínculos entre narrativas y temas.  

10. Determinar el fenómeno, a partir del análisis de las experiencias de manera constructiva y comparativa: Identificar la esencia de la experiencia compartida, las diferencias entre lo experimentado individualmente, las categorías y relaciones del fenómeno, y el contexto final.   


Durante la explicación de estos pasos, las estudiantes propusieron una actividad que le dieron la bienvenida al método fenomenológico al aula. Nos dividieron en dos grupos: entrevistados y entrevistadores; siendo el tema principal el enamoramiento. Se hizo una pequeña simulación de los pasos anteriores. Mi compañera de equipo y yo entrevistamos a dos chicas de la mesa de al lado, con las cuales, siendo honesta, no había cruzado palabra. Ambas chicas tenían un concepto diferente del enamoramiento, y sus actitudes frente a este fenómeno les habían otorgado experiencias completamente diferentes. Si bien, era poco tiempo para realizar un análisis a profundidad, encontré de este ejercicio, muy valioso. No solo comprendí un poco más de las diferentes opiniones y experiencias que giraban en torno al fenómeno, sino que pude conocer a tres chicas bastante agradables. Concluí que, aunque esta metodología se centra en las experiencias derivadas por los fenómenos, el propósito será conocer a la persona, y esta será la fuente más rica de conocimiento.    

Con base en lo anterior, considero que la fenomenología puede ser muy útil al analizar experiencias en torno a fenómenos con cierto grado de intangibilidad, en los que es necesario indagar en el interior del sujeto. Por ejemplo, analizar un fenómeno espiritual como la profesión de una fe, no será igual que comprender un fenómeno natural. Para este último, no solo se cuenta con las experiencias individuales de la comunidad impactada, sino que también se cuenta con datos e información gráfica del impacto tangible del fenómeno. Mientras que, para lo primero, se cuenta casi por completo con las emociones, vivencias y sentimientos de los individuos, por lo que la fenomenología podrá evidenciarse en su máxima expresión. Asimismo, con otros temas que cuentan con las mismas características subjetivas o abstractas. Un ejemplo histórico de esto es las investigaciones de Mircea Eliade, filósofo, historiador de las religiones y novelista rumano, quien aplicó la fenomenología en el estudio de las experiencias religiosas. En su obra Lo sagrado y lo profano (1957), Eliade examinó cómo las personas perciben y viven el tiempo sagrado en diversas tradiciones religiosas, lo que arroja luz sobre la naturaleza de la experiencia.    

En lo personal, me siento muy identificada con este caso, puesto que, aunque no lo he hecho tan conscientemente, he aplicado la fenomenología en la práctica de mi fe. Suena extraño, pero soy cristiana y en la congregación a la que asisto, siempre nos incentivan a investigar y a analizar las diferentes experiencias que han tenido diversos sujetos en la búsqueda de la verdad suprema. Es así como he leído bastantes textos, tanto religiosos como científicos, de personas que experimentaron la fe desde diferentes ángulos y partiendo de diferentes creencias. Algunos a través de experiencias que no tienen explicación alguna, lo que algunos llamamos milagros; otros, a través de la historia y especialización en teología; y otros, a través de la razón y la ciencia. Este último siendo fascinante para mi vida, puesto que se trata de la apologética: la defensa de la fe a través de la razón. Todos llegando a una misma respuesta: Cristo. Esto me ha llevado a entender tanto la experiencia entorno al fenómeno del cristianismo, que he sido completamente cautivada por el mismo, hasta el punto en que lo he experimentado por mí misma, llegando a la misma respuesta: Cristo. Y con esta confesión, un poco polémica, cierro mi bitácora, concluyendo que las clases de Cobos siguen siendo increíbles.      


REFERENCIAS  

Bech (2001) LA FENOMENOLOGÍA DE LA CONCIENCIA EN E. HUSSERL. Universitas Philosophica. 48:127- 147 https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/vniphilosophica/article/download/11271/9185/0#:~:t ext=7.,Bech%2C%202001%3A%2028    

Gómez, P. (2008). Antropología y religión en el pensamiento de Mircea Eliade. Revista de Humanidades y Ciencias Sociales, Nº2. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2580636.pdf    

Ruiz, L. (2019). Edmund Husserl: biografía de este filósofo de la fenomenología. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/edmund-husserl     

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